
El árbitro Percy Rojas fue designado para dirigir el encuentro de vuelta de la gran final de la Copa Perú. Habrá que tenerle paciencia, pero ¿No se le ocurrió una mejor opción a los miembros de la CONAR?
Durante la semana, la Comisión Nacional de Arbitraje (CONAR) eligió al árbitro FIFA Percy Rojas como el encargado de dirigir el trascendental duelo que protagonizarán León de Huánuco y Tecnológico Campoverde por la gran final de la Copa Perú, a desarrollarse en el estadio Heraclio Tapia. Un encuentro que sacará chispas y que, al cabo de los 90 minutos, podría estar dilucidando al nuevo inquilino del fútbol rentado (si es que no se van a penales). Además, se intuye, será un choque donde los dos equipos saldrán con los dientes apretados, cuan estrategia para estar atentos al mínimo error y tomar ventaja en el marcador.
Por ese motivo, siempre resultará necesario que el hombre de negro designado para este tipo de definiciones, con la ilusión de toda una población en el tapete, -al menos- atraviese por un momento plausible y no se encuentre comúnmente envuelto en altercados producto de sus propios desatinos. Pues bien, los miembros de la CONAR -para variar- hicieron oídos sordos (y ojos cerrados) y le entregaron toda la responsabilidad a este juez, quien -por falta de recursos- tiene una media negativa en el referato.
Siempre en el ojo de la tormenta por su pésimo manejo a la hora de tomar decisiones, Percy Rojas es, pues, el fiel reflejo del calamitoso nivel por el que atraviesan nuestros árbitros en la actualidad (y en todos los ámbitos). Eso sí, a lo largo de su trayectoria ha tenido algunos chispazos; el más recordado fue el enfrentamiento entre Universitario y Melgar por la etapa de series, donde sancionó -de forma prematura- cuatro penales, todos de manera correcta.
Queda claro que la medida adoptada por el máximo ente arbitral no es la más acertada. De hecho, la baraja de posibilidades es extensa (entre árbitros FIFA, Pre-FIFA y de Primera División sobrepasan los 70 integrantes), por lo cual, el verdadero jalón de orejas va para los encargados de su designación. Sin embargo, -esto dirigido a los aficionados que estarán presentes en el escenario huanuqueño- habría que señalar algo: un mal arbitraje o un cobro errado siempre se podrá suscitar. Pasa en nuestro país, en sus ligas menores, en la Libertadores, Champions y demás torneos A-1.
Por ello, se reitera: es descalificable argumentar acerca de movimientos turbios y corrupción a grandes escalas toda vez que no se sancione una falta palpable a la vista de los demás. Hay que saber entender que errar es humano -sobre todo en el arbitraje- y, ahora, con más razón, si el ‘Trucha’ del referato es quien tiene la potestad de hacerlo efectivo. Este domingo, solo queda encomendarnos, esperar a que se alineen los planetas y, así, este hombre de negro nos haga contar -con los dedos de la mano- acerca de otra impecable presentación suya.
Fuente:loslocosdesiempre.com